Sao Paulo es la capital económica de Brasil, la segunda área metropolitana más poblada de Latinoamérica solo por detrás de Ciudad de México, y la tercera del continente americano por detrás de Ciudad de México y Nueva York. Con un área metropolitana de cerca de 22 millones de habitantes asimismo es la ciudad más grande del hemisferio sur, la principal ciudad financiera de Brasil y del continente latinoamericano y uno de los principales centros culturales, de entretenimiento y financieros del mundo.


La amplia extensión de la ciudad en todas las direcciones ha propiciado que la desigualdad se extienda rodeando aquellas zonas de mejor calidad de vida y éstas hayan quedado limitadas a la división Centro y algunos distritos colindantes a dicha división, sobre todo al sur y al oeste. Así, podemos ver como caso paradigmático las enormes diferencias que pueden existir entre dos distritos colindantes como Morumbi, barrio residencial de clase media, al suroeste del centro y Vila Andrade, donde se encuentra el barrio de Paraisópolis completamente conformado por favelas, en su gran mayoría sin suministro de agua corriente, con el que limita directamente al sur.


Como primer ejemplo, nos permite ver como en dos barrios colindantes el urbanismo se adapta a la geografía del lugar y conforma notables diferencias sociales entre lugares a los que separa una distancia mínima. En el primer caso, la zona es llana, con abundante separación, un ancho de calles correcto, un saneamiento adecuado y edificaciones unifamiliares; mientras que, en el segundo caso, el urbanismo es el típico de la favela con una zona donde la elevación es abultada, con un nulo planeamiento urbano, calles estrechas, pequeños edificios apilados y ausencia completa de zonas verdes.


Uno de los datos que más destaca es cómo, de acuerdo con el Índice Gini, Sao Paulo se ha convertido en una de las ciudades más desarrolladas del mundo, y, a la  vez, una  de las  más  desiguales. Esto  ha  sido fruto  de muchas  cuestiones transversales a la política pública que atañen tanto a ámbitos sociales, económicos, culturales  y  en gran  medida,  urbanísticos.  Todo  este  cúmulo  de factores  ha propiciado que, a pesar del desarrollismo, Sao Paulo haya desarrollado, de igual manera, una de las brechas más grandes entre su población rica y su población.


Paraisópolis, el mayor de estos conglomerados de viviendas irregulares de la ciudad, está implantado sobre una topografía con pendientes que llegan al 35%, con presencia de varios cursos de agua, y tiene una población de 80.000 habitantes, 28.000 de los cuales son menores de 14 años. Este conglomerado de construcciones de uno a tres niveles está, paradójicamente, localizado en el borde de una de las zonas más valorizadas de la ciudad: el barrio Morumbí.


Localizado al sureste del río Pinheiros, Morumbí es uno de los barrios más exclusivos de la ciudad de São Paulo. En él coexisten grandes casas particulares, condominios cerrados con sofisticados sistemas de seguridad, lujosos edificios de apartamentos con parques bien mantenidos, y la sede de gobierno del estado de São Paulo. Morumbí/Paraisópolis es una caricatura de São Paulo, de Brasil, y de América en términos más generales. Es el paradigma de la ciudad dual, de dos situaciones que coexisten, que colindan pero que se ignoran mutuamente, aun sabiendo que una depende de la otra. Es la violencia producto de aberrantes desigualdades socioeconómicas.


Bibliografía: https://www.researchgate.net/publication/340208797_Urbanismo_y_desigualdad_El_caso_de_Sao_Paulo

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